Alejandro Ananías, describe mi partícula desviada

En un vértice del universo, un átomo resentido con el mundo toma tequila y se emborracha, preparando su ruta de impacto con algún holo-grama virgen.

lunes, 1 de octubre de 2012

Cada vez que pierdo un aro, nacen misterios de mierda, escremento del bueno.

Estoy en el refugio de mis actos, de mis obras de teatro, de mis confecciones

Estoy en el congelador de mis sueños, en la expresión de mi arte


Estoy en el espejo de nuestro orden, en el mar de letras vestidas, sin cuerpo, ni  palpitaciones


Estoy en la desesperación de mi camino, de mis ideas, de mis pensamientos, de mi pasado y tu presente


Estoy en el escondite de mis mentiras, falsedades y convicciones


Estoy donde me vez tanteando todo a mi alrededor, en una suma de reacciones fallidas


Estoy en el grito que golpea mi cara, en el espacio finito de mi perdida de conciencia


Estoy en el punto de fermentación, azotando la almohada de cemento


Estoy en el contexto donde en ocasiones soy irreconciliable, irreconocible para ti, no para ella


Estoy en la guarida, donde no deseas abrazarme


Estoy en la oscuridad de cada noche que paso a tu lado


Estoy en la división de tus sueños con los míos


Estoy en el cuarto que ambas elegimos


Estoy en la intimidad aún compartida, en aquel lugar perturbado por la visión que un día tuve,


visión cargada de soledad, loca por ceder espacio, deseando que te vayas


y no porque no te ame, sino porque no te aseguro mi efímera seguridad de vida.

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