Estoy un tanto conmocionada al ir conociéndote, me provocas muchas sensaciones, ganas de abrazarte, luego ganas de abrazarte cada vez más y no soltarte para fundirme contigo, juntar o rozar mi piel con la tuya aunque sea por un instante, aunque sea una caricia sutil, ya que no deseo incomodarte, ni ser invasiva, ni mucho menos imprudente, por lo que te acaricio con las palabras, aunque en ocasiones olvido todo y no sé qué decir, es como si me hubieran formateado el cerebro, porque solo me concentro en el momento, en mirarte, en escucharte y en ver tus facciones, tus expresiones verbales y no verbales y por supuesto, tu hermosa sonrisa.
Creo que estoy transitando en un campo energético que va en espiral, de muchos colores, totalmente tornasol, pero en ese recorrido te recuerdo y pese a que estoy haciendo mis cosas vuelves a mi mente y esbozo una sonrisa y mi cara se torna dramáticamente juvenil, como una niña jugando y corriendo por la naturaleza descubriendo aromas, sonidos, imágenes preciosas y un sin fin de sensaciones y elementos desconocidos e interesantes.
La última vez que te vi deseaba besarte, besarte suavemente, tiernamente, delicadamente, expresando todo lo armónico que ha traspasado mi coraza. Sin embargo, no estás disponible para esta mente, cuerpo y espíritu. Lamentablemente o afortunadamente, qué sé yo, solo podemos ser amigos, así que debo ordenar mis ideas, mis pensamientos, acariciar mis emociones y sentires para no distraerme con mis percepciones sin respuesta, porque mis energías se difuminan y se expanden en todo el espiral sin dirección y requieren mantener el balance, el equilibrio en mis prioridades. Aunque claramente vería una serie completa de anime contigo y luego de eso nos fundiríamos en un mutuo encuentro espiritual entre dos almas amorosas, entre aguas, mirando la calma y la suave superficie tan delicada y fuerte, donde tú estás tan cálido y yo tan fría, llegando a la fluidez de la tibia sensación de amor, para luego acabar en la profundidad de lo infinitamente mágico. Realmente estoy delirando con todo esto, solicito apoyo y guía de mis ancestros, maestras y maestros para ser juiciosa y actuar con sabiduría, sin dañar a nadie. Pido claridad mental, un espacio de reflexión, el poder contemplar mi alma y abrazar mis sentimientos. Deseo llorar, quiero llorar, porque este control me está obnubilando.
Hermoso ser, te pienso y te envío los mejores mensajes de amor, te abrazo desde el segundo uno con mi mirada y te aliento con mi sonrisa y palabras, pero sé que tú puedes lograr todo y más con los grandes dones que brotan y crecen en ti, sé que estarás demasiado bien, estás bendecido, tienes seres espirituales maravillosos que te acompañan y encaminan, por lo que sin lugar a dudas tu forma genuina, empática y curiosa de ver el mundo te apoyarán fielmente para asentarte en lo que realmente llene tu profundo sentir de vivir en plenitud. Deseo que tu cuerpo y espíritu se vinculen para iluminarte aún más y sientas como todo, absolutamente todo fluye en ti y experimentes una inexplicable sensación de satisfacción y certeza de que todo está bien, pese a los quiebres emocionales, tienes esa energía preciosa para sanar y sanarte. Sé que terminaste hace poco una relación que pensaste podía funcionar, pero no fue así, lo cerraste, pero sinceramente creo que pasar por un duelo requiere un periodo de soledad deseada, un espacio único de autoconocimiento, para no generar daño a otra persona que solo desea amar y llegar más lejos de lo que ha llegado hasta ahora, sumando felicidad, libre de situaciones que generen sombra o días nublados y esto es porque adoro la claridad, la honestidad y la pureza del cambio desde lo individual a lo colectivo, respetando todos los procesos sin dañar la integralidad de cada quien.
Finalmente, yo igual estoy en un duelo, en un funeral con respecto a mi vida laboral, ya que por muchos años coloque el trabajo como la primera prioridad y mi nivel de energía productiva sobre pasó todo e invisibilizo lo realmente importante y a mis 33 años entendí lo que eso trajo, efectivamente, tanto éxitos como fracasos, y este último me ayudó a discernir y a querer actuar distinto, pero ahora debo organizarme, restablecer un orden, estoy en un funeral dejando mi éxito profesional por un tiempo, para cultivar mi éxito espiritual y eso ha sido un cambio fuerte, que muchas personas a mi alrededor no logran comprender y me miran con extrañeza, pensando que estoy perdida o con demasiada voluntad y quizás sea ambas, no obstante veo feliz a mi hija, siento nuevamente su corazón galopante y su cara y cuerpo llenos de amor. Hoy estoy desnuda ante el mundo, sin contar nada, todos pueden opinar y mirarme e incluso interpretar con mayor o menor elocuencia lo que pasa, pero nadie conoce lo que guarda mi interior, nada ni nadie puede perturbar mi alma, nada puede dañarme, incluso nadie se atrevería hacerme daño, porque sería un daño gratuito a su propia bondad, porque siento profunda belleza, un crecimiento interno precioso, desbordante, todo me emociona y todo me moviliza, soy capaz de dar de manera altruista y estoy aprendiendo a recibir, puesto que es algo que me cuesta mucho y hoy sé la respuesta, estoy trabajando en eso, ya que aún no logro manifestar todo mi potencial.
Deseo paz, realmente solo deseo armonía y amor de forma infinita para toda y todo aquel que se habite y transmute a la belleza de su ser. Veamos la vida con ojos virtuosos, como una oportunidad para ser mejores, no solo de forma individual, sino que comunitaria.
Adiós ser amado, adiós a lo que amo de mi persona, porque lo reconocí en ti y me encanto verlo con tanta claridad. Agradezco el tiempo y el encuentro entre una aprendiz y un maestro humildemente extraordinario.